Wednesday, March 13, 2019

La libertad individual en la sociedad moderna

Gimnasio Internacional de Medellín 
Protocolo "La libertad individual en la sociedad moderna"
Miguel Cotes y Manuela Valencia
Once

Juan Gonzalo Jaramillo


Sesión 1

Antes de abordar la ponencia se hizo énfasis en que debía ser leída de manera muy adecuada, ya que en esta ocasión no teníamos una lectura previa obligatoria para entender el tema.

La ponencia del día fue: La libertad individual en la sociedad moderna-Thomas Aguirre y Darío Penagos.

Introdujeron el texto diciendo que en la historia ha habido una gran cantidad de factores que se encargaron de mejorar el mundo y la percepción que la sociedad en general tiene de este, sin embargo, no se puede negar que con estos cambios, también algunos han sido negativos, como lo es la pérdida de la libertad.

Ahora bien, puede que este periodo histórico en el que vivimos sea siempre recordado como uno del hombre privado de su libertad, y ello a causa de tres factores: «en el plano económico, el tema de la alienación, de derivación marxiana; en el plano político, el tema de la burocratización (racionalización del poder legítimo en la forma del poder legal), de derivación weberiana; en el plano ideológico, el tema de la manipulación de la opinión a través de los medios de comunicación de masas» (Igualdad y libertad, Bobbio, 1979, p.146).

Para finalizar la introducción, los ponentes dijeron que iban a abordar la problemática desde una perspectiva de libertad individual.

Para abordar el tema de la alienación económica, se expuso que en el mundo contemporáneo esta ocurre por voluntad propia del hombre, lo que se podría ver como algo malo, aunque los ponentes toman este punto como algo bueno para resolver la problemática desde la perspectiva de la libertad individual, limitando su solución al hecho de que no se debe permitir ni desear que esto ocurra. Sin embargo, reconocen que esto no es tan fácil, ya que en los trabajos actuales se sacrifica, por medio de la jerarquización, la voluntad y satisfacción del individuo por lo que los superiores consideran como el bien colectivo. En este primer apartado concluyen que teóricamente es posible evitar la alienación, pero en la realidad es todo lo contrario. La única salida que le encuentran al problema es la del disfrute, planteando que un individuo evitará la alienación económica en la medida en que encuentre un trabajo por el que sienta “pasión”, para que cuando lo desarrolle no sacrifique su voluntad y satisfacción, ya que estas coinciden con los intereses colectivos o empresariales.

Por el lado de la burocratización, exponen que a diferencia de la alienación esta no es el resultado del sacrificio de la voluntad y satisfacción, sino que más bien corresponde a una manera excesiva de racionalizar las relaciones entre las partes de un colectivo. Desde esta perspectiva piensan los ponentes que la solución a estos dos problemas se da por el mismo procedimiento, sin embargo, es necesario hacer la diferencia de que la burocratización es un fenómeno colectivo y no individual, por lo que limitar la solución que se dio a la alienación económica al disfrute, sería caer en terreno de la no-libertad, por lo que concluyen que debe haber un cambio de los trabajos que el individuo disfrute, a los que disfrute y no le impliquen sometimiento a la burocratización.

Desde nuestro punto de vista, los primeros dos puntos aunque se solucionan bajo aspectos que podrían considerarse como “posibles”, no logran profundizar lo suficiente, lo que genera que se queden en unos argumentos hasta cierto punto obvios y poco sustentados.

Cuando pasaron a hablar de la manipulación ideológica lo primero que hicieron fue discrepar con la definición que Bobbio plantea en su texto, por lo que la definieron desde dos puntos principales.

“Ahora bien, para definir la manipulación ideológica, es esencial tener en cuenta las dos «formas» principales de la libertad: libertad positiva y libertad negativa. Por un lado, mientras que la libertad negativa refiere a los impedimentos (por lo general físicos) externos a los que está sometido el individuo, la libertad positiva refiere a lo que podríamos llamar “impedimentos internos” (o, más específicamente, a la ausencia de estos) a los que está sometido el individuo. Teniendo esto en cuenta, se puede concebir la libertad positiva casi como un sinónimo de autonomía.” (La libertad individual en la sociedad moderna, 2019, página 4)

Libertad positiva: “Por «libertad positiva» se entiende en el lenguaje político la situación en la que un sujeto tiene la posibilidad de orientar su voluntad hacia un objetivo, de tomar decisiones, sin verse determinado por la voluntad de otros. Esta forma de libertad se llama también «autodeterminación» o, de manera más apropiada, «autonomía».”(Igualdad y libertad, Bobbio, 1979, p.100).

Los ponentes desarrollan el problema desde la perspectiva en que los individuos actualmente pueden llevar una vida fácil y cómoda, lo que a su vez genera que la gente sea menos capaz de enfrentarse a dificultades. Esto lleva también a que la persona evite todo tipo de conflictos intelectuales, lo que trae como consecuencia que haya una respuesta negativa del individuo en cuanto al desarrollo ideológico, lo cual también afecta su autonomía.
Hay que aclarar que este es un problema basado en el conformismo “intelectual”, que en buena parte es causa de la comodidad moderna, por lo que la forma de evitar esta manipulación ideológica, sería evitando de manera consciente el conformismo, buscando permanentemente diferentes maneras de estimulación intelectual, a través de la filosofía o el arte.

Los ponentes concluyeron que hacer esto en la sociedad actual claramente es posible, sin embargo, es realmente difícil debido a todos los factores que limitan las posibilidades del hombre. Además de esto hicieron énfasis en que es necesario fundamentar el por qué es necesario luchar por la libertad.

Al haber finalizado la ponencia, se dio un espacio para que cada uno escribiera la primera impresión que le había dejado el texto y las preguntas puntuales. Con esto Juan Gonzalo empezó a preguntar por lo que creíamos que había sido la instrucción dada a los ponentes. La respuesta más cercana fue la de Samuel, que dijo que había que encontrar una solución desde la libertad individual, al problema global de la no-libertad, manifestada en las formas de alienación económica, burocratización y manipulación ideológica.

Terminada esta parte empezamos con el punto de las preguntas puntuales.
La primera pregunta estuvo enfocada en el por qué se habla de libertad positiva y negativa en el contexto de la manipulación ideológica. La respuesta fue que ellos tomaron estos dos aspectos como parte fundamental de la libertad. Además, hicieron énfasis en la libertad positiva, ya que “es esta la que nos define como seres humanos” (Darío Penagos).
La siguiente pregunta fue: ¿Ustedes qué entienden por racionalización excesiva? Se respondió que tomaron este factor como la reducción de las interacciones a lo más básico hasta lo esencial.

Sesión 2

Retomamos la temática con las preguntas puntuales que faltaron.
La primera duda iba ligada a una de las preguntas de la sesión pasada, ya que se preguntó si era correcto para ellos decir que la manipulación ideológica es un factor que no viene desde afuera. Lo que afirman los ponentes es la alienación económica y la burocratización, son situaciones que se dan de manera externa al individuo, limitando la libertad negativa de este, mientras que en la manipulación, aunque puede que esta sea impuesta desde la cultura, no tiene en ningún momento una limitación física sobre el hombre, sólo tiene una ideológica.

Después de esto, se empezó a tornar un debate sobre la alienación económica y la solución que los ponentes le dan a esta, en la cual recurrieron a la satisfacción del individuo. De este punto hubo varios integrantes en desacuerdo, sin embargo, este debate estaba mal planteado, pues no abordaba lo realmente importante de la ponencia.

El debate se replanteó exponiendo los puntos en que estaba de acuerdo o en desacuerdo con la ponencia.
En cuanto a la alienación económica se dijo que había un problema y es que en la sociedad tecnocrática actual, el hombre tiene que trabajar por necesidad.

De la burocratización se dijo que el problema no está en la racionalización excesiva, sino que está en la falta de sensibilidad a la hora de trabajar, sin embargo, en este punto el profesor corrigió y dijo que la burocratización no es un problema del trabajo, (como sí lo es la alienación económica) en realidad es una pérdida del sentido de las organizaciones humanas (Sociedad-Estados Nacionales).
De este tema se debatió también un poco de si es posible que el hombre también influye, partiendo del hecho de que tiende a burocratizar “todo”. Cuando se siguen las pautas que las organizaciones estipulan, se pierde la libertad y la humanización, se pierden ciertas particularidades que deberían ser reconocidas de cada individuo.

Después de esto, se planteó que el fin de la ponencia, que era abordar bajo una perspectiva de libertad individual los problemas de la sociedad moderna, pero esto se fue diluyendo en el desarrollo del texto. Camila dice que en el momento en el que afirman que la sociedad actual es más libre que en otro momento de la historia, pierden el sentido, y que la explicación que ella daría a esto es que la afirmación es producto de la manipulación ideológica.

La siguiente intervención estuvo enfocada en que no se entendía cómo se iba a afrontar el problema de la libertad desde una manera individual, si éste en realidad es “colectiva”.
Al contrario de lo que plantea Ana, el autor deja muy claro que la igualdad es el principio social por excelencia, y la libertad es el principio individual por excelencia. La libertad se construye casi que exclusivamente en el individuo, pero teniendo en cuenta que hay un contexto social.

Después de esto la discusión pasó a un plano en el que se empezó a considerar si es necesario tener un punto de comparación, para saber si un individuo es libre o no. A esto se dijo que no es necesario, pero que en algunos casos puede suceder.

Se finalizó la sesión con la aclaración de que Bobbio dice que la sociedad actual debería ser la más libre, por algunos factores históricos, sin embargo, lo preocupante es que el hombre es quien renuncia a esta por medio de los tres problemas planteados.

Sesión 3 

Para iniciar el debate se plantearon dos posturas que fueron: ¿Cómo se puede resolver un problema de libertad social, teniendo en cuenta que esta se construye individualmente? y la afirmación de que el hombre no es consciente del estado de no-libertad en el que vive.
De la primera se señaló que esta pregunta era la misma planteada para la ponencia, pero que no se llevó a cabo porque en este sentido, un individuo no puede cambiar el hecho de que una sociedad sea libre o no, tendría que ser un movimiento a escala global. Aún así, se contraargumento que para que pueda darse este movimiento, tiene que haber una construcción individual inicial.

Seguido de esto, se dijo que si la libertad es algo individual, tomar el concepto de “libertad social’’ no es acertado. Se puede hablar de varios individuos que son libres y que luchan por que haya menos personas que no lo son, por lo que mientras el grupo de individuos sea menor, se podría decir que el problema tiende a ser mayor, y mientras el grupo sea mayor, el problema será menor.
Con esto se dijo que es claro que para que haya cierto movimiento de personas libres, es necesario que haya habido antes un desarrollo de libertad individual.

Después, se expuso lo planteado por Bobbio en cuanto al problema de la libertad en la sociedad contemporánea, desde el punto en que enfatiza que la lucha que se da, no es en contra del sistema político, pues el problema en realidad es ético, en tanto que se desarrolla en los espacios propios de las relaciones humanas. No es un problema de estructura política, es de la cultura, o más ampliamente de la pérdida del sentido de lo humano.

En esta parte de la sesión, fue necesario decir que no podíamos seguir pensando el problema desde el punto de vista de libertad social, ya que no hay una definición de esta, pero en cambio si es posible hablar de sociedad libertaria, liberal, etc.

Hay que pensar que hay diferentes perspectivas que se pueden acoger en el problema de la libertad, especialmente cuando hablamos del hombre, en la que Makárenko dice que lo más importante a valorar en el hombre es la fuerza y la belleza de la perspectiva, en la que hay una que es muy amplia pero individual, otra que no se contenta con su propia perspectiva, sino que también acoge los ideales de la comunidad y una última en la que el individuo no es capaz de tener una perspectiva amplia. Se planteó que esta es la forma más acertada de medir la libertad dentro de una sociedad.

En cuanto a la ponencia, lo primero que Juan Gonzalo señaló fue la diferenciación que se hizo entre los problemas de la alienación económica y la burocratización como algo externo al individuo (libertad negativa), y la manipulación ideológica como algo interno
(libertad positiva). En cuanto a esto aclaró que Bobbio dice que el problema es en el que se quita el sentido de lo humano desde el sistema social, por lo que para abordar esto, son necesarias tanto la libertad negativa como la positiva.

Además de esto, señaló que la salida que tomaron para la alienación económica y la burocratización fue demasiado ingenua, especialmente por el hecho de haber limitado la solución en cuanto a la alienación al disfrute, pues justamente en la libertad y sobre todo la gimnasiana es el deber.

Otra falacia que Juan Gonzalo identificó, fue que en la discusión se planteó que hay trabajos más alienantes que otros, pero en realidad lo que sucede es que hay trabajadores más y menos alienados.

La calificación que el profesor le daría a esta ponencia sería entre 75-80.

Sólo en una de las sesión estuvieron ausentes los hombres del coro.

Más productivos en las sesiones: Thomas Aguirre y Darío Penágos, Sofía Céspedes, Ana Sofía Pérez y Juliana Fonseca.
Menos productivos en las sesiones: Santiago García y Mariana Gómez.
Notas: 90-85-85
Nota promedio: 86,66