IMPERATIVOS
Como es habitual, se dió inicio a la sesión con la evaluación de los comentarios y del protocolo, el cual fue calificado como bueno, sin embargo, se le sigue recalcando a Sofía los varios errores en los que cae, por lo que tendrá que prestar mayor atención a las señalizaciones que en el mismo grado se le han manifestado.
Este periodo como grado hemos tenido avances muy bellos y significativos, los cuales se ven reflejados en la nota total que tenemos, por lo que Juan Gonzalo nos exhorta a presentar el producto final como hemos demostrado que somos capaces, además, hace la importante aclaración sobre seminario, la cual tiene el 50% de valor en economía, lenguaje y filosofía.
Siguiendo con la temática de las sesiones, los responsables de la exposición Camila Restrepo y Thomas Aguirre, dieron las conclusiones a la presentación de Ana y Mariana en forma de repaso, la cual fue la siguiente: Según todo lo que se ha dicho, se ve claramente que los conceptos morales dan su origen en la razón. Es decir, la principal construcción de la moral debe ser fundamentada en la razón ósea los principios a priori. Asimismo, se habla sobre la moralidad, la cual no es un asunto de ciega imitación, y lo máximo que pueden hacer los ejemplos es animarnos a cumplir con nuestro deber.
Ya teniendo una explicación clara sobre lo que fue el tránsito de la filosofía moral a la popular, pasamos a la explicación del primer subcapítulo. Primero, es importante aclarar que hay dos reinos, el de la naturaleza y de la libertad. Cada cosa, en la naturaleza, actúa según leyes, sólo los humanos poseen la facultad de obrar según estas, esto se da debido a que poseemos un voluntad. Para ejercer las leyes y obrar conforme a ellas los humanos necesitan de la razón, por lo que la voluntad resulta ser razón práctica, en la cual se formulan imperativos, en está además se producen las leyes morales. Por esto, se concluye que la voluntad es la facultad de elegir lo que la razón, independientemente de las inclinaciones conoce como bueno y necesario. Es decir, una voluntad buena se hallaría bajo leyes objetivas según el bien, pero esta voluntad no se puede ver oprimida por esas acciones conforme a la ley, por lo que la voluntad del individuo debe sintonizarse con la colectiva. Kant reconoce que la construcción de la voluntad está sometida también a la subjetividad del individuo, pero no significa que porque esta esté presente, ya sea una voluntad subjetiva, al contrario él hace una exigencia que se trata de construir o formular una voluntad objetiva mediante la razón, la cual será una lucha constante.
Ahora bien, se plantea que los imperativos tienen tres divisiones. El primero, se nombra Imperativo Categórico, el cual Kant define como el que representa una acción siempre y cuando el fin al que se quiera llegar sea objetivamente necesario y se basa en la buena voluntad y la razón -no se sabe el fin-. El Hipotético, se determina cuando el fin es real y lo real es la esencia misma de la cosa. Por último, el Imperativo de la Habilidad, no se refiere al fin como tal sino cómo conseguirlo, es decir las acciones. Aunque esos son las tres divisiones de los imperativos, hay otro que no es en sí uno, se trata de la moralidad, que es la fuerza que cada individuo tiene para alcanzar los imperativos que se impone. Entre el imperativo de habilidad y el hipotético hay un propósito en común el cual es la búsqueda de la felicidad de una manera genuina.
Siguiendo con el capítulo, Kant habla sobre dos tipos de juicios. El juicio analítico es aquel en el cual el contenido de un concepto se encuentra en el mismo concepto; un ejemplo sería la palabra triángulo, que tiene tres lados, vértices y ángulos. El juicio sintético es en el que tenemos que remitirnos a otras “fuentes” para poder darle contenido al concepto, el ejemplo sería la buena voluntad que tiene su origen en la razón y en las leyes de la libertad.
Por otra parte, Kant expone los principios, los cuales son “caprichos” del ser humano y son atemporales tanto que pueden cambiar con el tiempo; para la formulación o para imponer los principios se necesita de la empiria, debido a que de allí salen los gustos o lo que es deseable. Al lado contrario, se encuentran las leyes universales, estas no se pueden basar en los principios por ser meramente gustos del hombre, sino que deben fundamentarse en la razón misma para poder ser iguales a todos. Los principios no pueden volverse leyes universales porque como se sabe los principios dan albor en la experiencia y son guiados mediante el imperativo de habilidad y sagacidad, es necesario agregar que estos principios también pueden ser impuestos aunque no directamente por la sociedad en la que pertenece el hombre; las leyes universales se fundamentan en la razón y son conducidos por los imperativos categóricos y la moralidad. No obstante, no significa que los principios no se fundamenten como imperativos, pues Kant argumenta que estos son importantes para todo ser racional, la ley debe de estar formulada de una manera que sea únicamente individual, pero que a la vez el colectivo pueda ejecutarlo.
Sara Maldonado